Lección Metafísica sobre:
LA MUERTE, LA REENCARNACIÓN Y LAS VIDAS PASADAS.
Leonardo Díaz
Astrólogo
Metafísico
La Reencarnación:
La doctrina de la reencarnación es tan antigua como
la civilización. Testimonio de ello se encuentra en los vedas hindúes y en los
manuscritos de los primeros maestros griegos. También los cristianos de los
primeros cinco siglos del cristianismo aceptaban la reencarnación como parte de
sus creencias. Fue en el año 553 cuando el Congreso Ecuménico, reunido en
Constantinopla, borró la doctrina de la reencarnación del dogma de la Iglesia Católica y del cristianismo en general.
La doctrina de la reencarnación enseña que nuestro SER, reencarna periódicamente en las aulas de la materia, en esta «escuela planetaria», mediante las evoluciona. No se trata de las vidas de esta personalidad, porque la personalidad es materia, se trata de las encarnaciones del SER. Popularmente se les llaman vidas pasadas.
La metafísica enseña que el proceso de reencarnar es
largo y abarca muchos nacimientos, y que
a lo largo de muchas encarnaciones se aprenden lecciones y se evoluciona mediante el
desarrollo de talentos y habilidades . Por ello se afirma que existen almas más
avanzadas o desarrolladas que otras, esto debido a las reencarnaciones o vidas anteriores y las
lecciones aprendidas en cada una de ellas.
Es a través de los ciclos de la reencarnación el
alma experimenta la vida planetaria mientras transita por todas las variaciones
concebibles de la forma humana, distintos sexos, nacionalidades, etc. Es a
través de la reencarnación que el alma
recibe al nacer su karma en forma de lecciones/aprendizaje y sus talentos adquiridos.
La ley de la reencarnación se encuentra asociada al
principio de la conservación de la energía donde la energía nunca puede ser
destruida ya que solo se transforma. La reencarnación también se encuentra
asociada a la ley de los ciclos, la cual explica que todo es cíclico en el
universo.
No es posible que podamos recordar los eventos
de las vidas pasadas, este tipo de memoria se encuentra en nuestra mente/superior , en la sede del Alma, donde nuestra mente concreta no puede conectarse de forma consciente.
Toda la riqueza y evolución que registra
nuestra alma en su viaje por las aulas de la materia, se encuentra en el cuerpo causal o centro mental/superior como registros en forma de Luz.
Es nuestro ser interno el que reencarna y evoluciona, nuestras personalidades son lo reencarnado.
En cada encarnación heredamos el estado de
desarrollo alcanzado en la materia astral o mental que manejamos en vidas
pasadas y que al desencarnar queda sintetizada en el alma en forma de ecuación
matemática. Al morir todos nos llevamos con nosotros las condiciones o estado
de desarrollo en que nos encontramos, nada se pierde, nada recibes si no lo has
desarrollado, los dones y talentos NO son regalos, son logros del SER. Estas capacidades se reflejan en la personalidad.
Al estudiar la ley de la reencarnación también
estudiamos la ley del karma. Muchas personas piensan que el karma es como una
forma de castigo de Dios al hombre por sus malas acciones, pero en realidad
Dios no castiga al hombre, es el hombre que se castiga a sí mismo.
Karma
significa causas y efectos. Cada error cometido se convierte en causa y esta
genera efectos, estos efectos se constituyen en lecciones mediante las cuales
evolucionamos. Es como cuando estamos aprendiendo a montar bicicleta, nos
caemos, nos levantamos, aprendemos hasta obtener dominio. El Karma es un escuela
de aprendizaje en estas dimensiones y planos de existencia.
Si por tus acciones negativas has densificando y
atrofiando tus energías personales, deberás enfrentar estas anomalías en tu
propio camino evolutivo, esto atraerá personas y situaciones por la ley de
afinidad. Igual ocurrirá si desarrollas talentos mediante es esfuerzo personal,
estos tesoros vendrán contigo al reencarnar.
La vida es una escuela de evolución espiritual, y
todas las enseñanzas indican que debemos ser vigilantes de nuestras acciones ya
que somos responsables de nuestras energías y nuestra evolución.
La maldad en todas sus formas oscurece, embrutece,
atrasa. Encarnamos en este planeta igual que cuando matriculamos en una
escuela. Nuestra responsabilidad es estudiar, aprender, avanzar,
desarrollarnos.
Hoy en día existen técnicas muy avanzadas en la práctica
de regresiones que bajo estados de hipnosis conducen al individuo hasta zonas
de su inconsciente donde se puede acceder a vivencia de vidas pasadas y
trabajar estas energías. Sin embargo estas prácticas son muy peligrosas y
únicamente deben ser realizadas por psiquiatras especializados. Existen
personas inescrupulosas que se dedican a la práctica de regresiones sin tener
conocimiento sobre la mente y sus profundidades, además de la debida evaluación
de los estados psicológicos y salud mental del individuo.
Dejar que personas no calificadas exploren nuestro
mundo interno, puede resultar muy dañino. Existen zonas en nuestro inconsciente
que no deben ser removidas irresponsablemente. La naturaleza ha sido sabia en
no permitir ciertos recuerdos. Solo un profesional como lo es un médico psiquiatra
puede explorar estas zonas solo si lo
considera necesario.
Los escritores y médicos psiquiatras como Ricardo A.
Leveratto, en su obra «Los Dominios de la Consciencia», y Weiss Brian en su libro «Muchas Vidas Muchos
Maestros» nos ofrecen rica información sobre el tema de la reencarnación.
La muerte:
La materia es finita y mortal, el espíritu es
infinito e inmortal. Nuestro espíritu es
luz, su existencia está más allá del tiempo y del espacio. El espíritu en
nosotros es Dios y Dios no tiene principio ni fin. En espíritu somos tan
eternos como Dios es eterno. En espíritu somos seres inmortales. Lo que
llamamos mortalidad no es más que el fin del cuerpo material.
Más allá del cuerpo físico somos en esencia un
centro de luz que llamamos Alma. El Alma, a diferencia de los vehículos
materiales, no muere, ella es inmortal.
Todos los seres humanos somos Almas inmortales
encarnadas en este mundo, y por esta verdad espiritual sabemos que la muerte no
existe, que eso que los humanos llamamos muerte es solo el fin del cuerpo
físico.
La existencia del Alma ha sido reconocida por todas
las culturas de todos los tiempos. Al Alma se le ha dado muchos nombres. En
algunas escuelas espirituales le llama el Cuerpo Causal, en otras EL Cristo
Interno, en metafísica se estudia como La
Mágica Presencia o el Yo Soy, y popularmente se conoce como el Alma o Ángel Guardián.
Todos somos Almas encarnadas, no importa a que
religión pertenezcamos o si no somos creyentes. No importa si hemos sido
buenos, regulares o malos. Nuestra conducta no nos aleja del Alma, ella es la luz de nuestro Ser.
En la dimensión terrenal ocurre que según nuestras acciones buenas o
malas, generamos energías mediante las cuales abrimos o cerramos los canales
que nos permiten el contacto interno con el Alma. Somos nosotros los que
decidimos existir en oscuridad o en luz, mas el Alma nunca nos abandona.
El Alma es nuestro vínculo con el Dios Uno del
Universo, y en ella radica toda la esperanza de salvación y trascendencia.
Trascendemos la muerte del cuerpo físico. La metafísica enseña que la muerte no existe, que la
muerte es un retorno a la esencia, un reencuentro con la Luz del Alma, un
llamado a la presencia de Dios.
La vida terrenal es el viaje del Alma en el mar de
la materia. Todos, sin excepción, un día abandonaremos nuestros cuerpos, y en
ese momento, allí, estará el Alma, el
centro de Luz de nuestro cuerpo de gloria, la Presencia de Dios.
En la hora de la muerte de nuestro cuerpo físico
experimentaremos un desprendimiento y un enorme túnel de energía luminosa se
abrirá ante nosotros. Al final de ese túnel nos espera la Luz refulgente de nuestro
Ser, la Luz del Alma, que es la Luz de Dios.
En el plano físico, nuestros seres queridos se
despedirán de los restos mortales y los
devolverán a la madre naturaleza. Sin embargo no es el fin, el Alma que
somos es inmortal. La muerte no existe. En Dios vivimos y existimos. Dios es
Amor.
La vida es eterna, lo contrario de muerte es
nacimiento.
Reflexiones:
La vida se manifiesta en forma de ciclo, igual que
sucede con el agua, ella cae del cielo en forma de lluvia, es evaporada y
asciende nuevamente, posteriormente se condensa y vuelve a caer sobre la
tierra. Todo es cíclico en el Universo. Todo nace y muere, pero renace
nuevamente, los días, las noches y nuevamente el día. La primavera, el verano,
el otoño, el invierno y nuevamente la primavera. Todo vive sometido a la ley
del ritmo, ley de los ciclos.
REDES SOCIALESVÍDEOS EN YOUTUBE, VISITA MI CANAL
Facebook GRUPO PLANETA ESCUELA
Facebook PÁGINA VIDA UNIVERSAL
Correo: profesorleonardodiaz@gmail.com
WhatsApp contacto +584148922101
Toda la riqueza y evolución que registra nuestra alma en su viaje por las aulas de la materia, se encuentra en el cuerpo causal o centro mental/superior como registros en forma de Luz. Es nuestro ser interno el que reencarna y evoluciona, nuestras personalidades son lo reencarnado.
Karma significa causas y efectos. Cada error cometido se convierte en causa y esta genera efectos, estos efectos se constituyen en lecciones mediante las cuales evolucionamos. Es como cuando estamos aprendiendo a montar bicicleta, nos caemos, nos levantamos, aprendemos hasta obtener dominio. El Karma es un escuela de aprendizaje en estas dimensiones y planos de existencia.
REDES SOCIALES
VÍDEOS EN YOUTUBE, VISITA MI CANAL
Facebook GRUPO PLANETA ESCUELA
Facebook PÁGINA VIDA UNIVERSAL
Correo: profesorleonardodiaz@gmail.com
WhatsApp contacto +584148922101