lunes, 5 de febrero de 2018

Lección Metafísica sobre: LA MUERTE , LA REENCARNACIÓN Y LAS VIDAS PASADAS.



Lección Metafísica sobre: 
LA MUERTE, LA REENCARNACIÓN Y LAS VIDAS PASADAS.
Leonardo Díaz
Astrólogo Metafísico

La Reencarnación:
La doctrina de la reencarnación es tan antigua como la civilización. Testimonio de ello se encuentra en los vedas hindúes y en los manuscritos de los primeros maestros griegos. También los cristianos de los primeros cinco siglos del cristianismo aceptaban la reencarnación como parte de sus creencias. Fue en el año 553 cuando el Congreso Ecuménico, reunido en Constantinopla, borró la doctrina de la reencarnación del dogma de  la Iglesia Católica y del cristianismo en general.

La doctrina de la reencarnación enseña que nuestro SER, reencarna periódicamente en las aulas de la materia, en esta «escuela planetaria», mediante las evoluciona. No se trata de las vidas de esta personalidad, porque la personalidad es materia, se trata de las encarnaciones del SER. Popularmente se les llaman vidas pasadas. 

La metafísica enseña que el proceso de reencarnar es largo y abarca  muchos nacimientos, y que a lo largo de muchas encarnaciones se aprenden lecciones y se evoluciona mediante el desarrollo de talentos y habilidades . Por ello se afirma que existen almas más avanzadas o desarrolladas que otras, esto debido a las reencarnaciones o vidas anteriores y las lecciones aprendidas en cada una de ellas.

Es a través de los ciclos de la reencarnación el alma experimenta la vida planetaria mientras transita por todas las variaciones concebibles de la forma humana, distintos sexos, nacionalidades, etc. Es a través de la reencarnación  que el alma recibe al nacer su karma en forma de lecciones/aprendizaje y sus talentos adquiridos.

La ley de la reencarnación se encuentra asociada al principio de la conservación de la energía donde la energía nunca puede ser destruida ya que solo se transforma. La reencarnación también se encuentra asociada a la ley de los ciclos, la cual explica que todo es cíclico en el universo.

No es posible que podamos recordar los eventos de las vidas pasadas, este tipo de memoria se encuentra en nuestra mente/superior , en la sede del Alma, donde nuestra mente concreta no puede conectarse de forma consciente. 

Toda la riqueza y evolución que registra nuestra alma en su viaje por las aulas de la materia, se encuentra en el cuerpo causal o centro mental/superior  como registros en forma de Luz. Es nuestro ser interno el que reencarna y evoluciona, nuestras personalidades son lo reencarnado. 

En cada encarnación heredamos el estado de desarrollo alcanzado en la materia astral o mental que manejamos en vidas pasadas y que al desencarnar queda sintetizada en el alma en forma de ecuación matemática. Al morir todos nos llevamos con nosotros las condiciones o estado de desarrollo en que nos encontramos, nada se pierde, nada recibes si no lo has desarrollado, los dones y talentos NO son regalos, son logros del SER. Estas capacidades se reflejan en la personalidad. 

Al estudiar la ley de la reencarnación también estudiamos la ley del karma. Muchas personas piensan que el karma es como una forma de castigo de Dios al hombre por sus malas acciones, pero en realidad Dios no castiga al hombre, es el hombre que se castiga a sí mismo.

Karma significa causas y efectos. Cada error cometido se convierte en causa y esta genera efectos, estos efectos se constituyen en lecciones mediante las cuales evolucionamos. Es como cuando estamos aprendiendo a montar bicicleta, nos caemos, nos levantamos, aprendemos hasta obtener dominio. El Karma es un escuela de aprendizaje en estas dimensiones y planos de existencia. 
 
Si por tus acciones negativas has densificando y atrofiando tus energías personales, deberás enfrentar estas anomalías en tu propio camino evolutivo, esto atraerá personas y situaciones por la ley de afinidad. Igual ocurrirá si desarrollas talentos mediante es esfuerzo personal, estos tesoros vendrán contigo al reencarnar.

La vida es una escuela de evolución espiritual, y todas las enseñanzas indican que debemos ser vigilantes de nuestras acciones ya que somos responsables de nuestras energías y nuestra evolución.

La maldad en todas sus formas oscurece, embrutece, atrasa. Encarnamos en este planeta igual que cuando matriculamos en una escuela. Nuestra responsabilidad es estudiar, aprender, avanzar, desarrollarnos.

Hoy en día existen técnicas muy avanzadas en la práctica de regresiones que bajo estados de hipnosis conducen al individuo hasta zonas de su inconsciente donde se puede acceder a vivencia de vidas pasadas y trabajar estas energías. Sin embargo estas prácticas son muy peligrosas y únicamente deben ser realizadas por psiquiatras especializados. Existen personas inescrupulosas que se dedican a la práctica de regresiones sin tener conocimiento sobre la mente y sus profundidades, además de la debida evaluación de los estados psicológicos y salud mental del individuo.

Dejar que personas no calificadas exploren nuestro mundo interno, puede resultar muy dañino. Existen zonas en nuestro inconsciente que no deben ser removidas irresponsablemente. La naturaleza ha sido sabia en no permitir ciertos recuerdos. Solo un profesional como lo es un médico psiquiatra puede explorar estas zonas solo si  lo considera necesario. 

Los escritores y médicos psiquiatras como Ricardo A. Leveratto, en su obra «Los Dominios de la Consciencia», y  Weiss Brian en su libro «Muchas Vidas Muchos Maestros» nos ofrecen rica información sobre el tema de la reencarnación.

La muerte:
La materia es finita y mortal, el espíritu es infinito e inmortal.  Nuestro espíritu es luz, su existencia está más allá del tiempo y del espacio. El espíritu en nosotros es Dios y Dios no tiene principio ni fin. En espíritu somos tan eternos como Dios es eterno. En espíritu somos seres inmortales. Lo que llamamos mortalidad no es más que el fin del cuerpo material.

Más allá del cuerpo físico somos en esencia un centro de luz que llamamos Alma. El Alma, a diferencia de los vehículos materiales, no muere, ella es inmortal.

Todos los seres humanos somos Almas inmortales encarnadas en este mundo, y por esta verdad espiritual sabemos que la muerte no existe, que eso que los humanos llamamos muerte es solo el fin del cuerpo físico.

La existencia del Alma ha sido reconocida por todas las culturas de todos los tiempos. Al Alma se le ha dado muchos nombres. En algunas escuelas espirituales le llama el Cuerpo Causal, en otras EL Cristo Interno,  en metafísica se estudia como La Mágica Presencia o el Yo Soy, y popularmente se conoce como el Alma o Ángel Guardián.

Todos somos Almas encarnadas, no importa a que religión pertenezcamos o si no somos creyentes. No importa si hemos sido buenos, regulares o malos. Nuestra conducta no nos aleja del Alma, ella  es la luz  de nuestro Ser.

En la dimensión terrenal  ocurre que según nuestras acciones buenas o malas, generamos energías mediante las cuales abrimos o cerramos los canales que nos permiten el contacto interno con el Alma. Somos nosotros los que decidimos existir en oscuridad o en luz, mas el Alma nunca nos abandona.

El Alma es nuestro vínculo con el Dios Uno del Universo, y en ella radica toda la esperanza de salvación y trascendencia. Trascendemos la muerte del cuerpo físico. La metafísica enseña que la muerte no existe, que la muerte es un retorno a la esencia, un reencuentro con la Luz del Alma, un llamado a la presencia de Dios.

La vida terrenal es el viaje del Alma en el mar de la materia. Todos, sin excepción, un día abandonaremos nuestros cuerpos, y en ese momento,  allí, estará el Alma, el centro de Luz de nuestro cuerpo de gloria, la Presencia de Dios.
  
En la hora de la muerte de nuestro cuerpo físico experimentaremos un desprendimiento y un enorme túnel de energía luminosa se abrirá ante nosotros. Al final de ese túnel nos espera la Luz refulgente de nuestro Ser, la Luz del Alma, que es la Luz de Dios.

En el plano físico, nuestros seres queridos se despedirán de los restos mortales y los  devolverán a la madre naturaleza. Sin embargo no es el fin, el Alma que somos es inmortal. La muerte no existe. En Dios vivimos y existimos. Dios es Amor.

La vida es eterna, lo contrario de muerte es nacimiento.

Reflexiones:
La vida se manifiesta en forma de ciclo, igual que sucede con el agua, ella cae del cielo en forma de lluvia, es evaporada y asciende nuevamente, posteriormente se condensa y vuelve a caer sobre la tierra. Todo es cíclico en el Universo. Todo nace y muere, pero renace nuevamente, los días, las noches y nuevamente el día. La primavera, el verano, el otoño, el invierno y nuevamente la primavera. Todo vive sometido a la ley del ritmo, ley de los ciclos.